lunes, 24 de octubre de 2011

EL MIEDO

¿Quién no ha tenido miedo alguna vez en su vida? El miedo es una característica común a muchas personas. Decía Neill que “la vida de un hombre es la historia de sus miedos”, y no le faltaba razón.
Los temores infantiles varían según el niño y las situaciones en las que él vive. Pero, por lo general, los miedos son universales. Empiezan alrededor del primer año de vida, y se presentan con mayor incidencia entre los 3 y los 6 años de edad.
Algunos miedos llegan a ser perjudiciales para el desarrollo del niño, sin embargo hay otros que incluso, son beneficiosos, porque enseñan al niño a ser más precavido en situaciones que exigen cierto cuidado.
Según algunos investigadores, los miedos aparecen y desaparecen; y cambian a medida que el niño va creciendo. Pero, ¿podemos los docentes ayudar a nuestros alumnos a entender que los miedos son sentimientos totalmente normales y que pueden superarse?. El miedo aparece porque hay alguien que lo enseña (las películas, los cuentos, las historias de algunas personas, etc.), y desaparecerá cuando haya alguien que lo disuelva. Claro está, las diferencias para vivir los miedos siempre serán individuales y muy personales, hay niños más miedosos, otros más arriesgados, etc.
Durante siglos hemos pensado que los niños temen a las brujas, al coco, lobos, fantasmas, ogros, a la oscuridad,… pero ¿continúan teniendo hoy en día estos mismos miedos?
Con el proyecto qué vamos a trabajar, se intenta superar de una forma divertida los temores normales que tienen los niños y niñas de infantil.

Los principales objetivos de la experiencia son:
- Trabajar un sentimiento en concreto: el miedo.
- Desmitificar situaciones angustiosas y personajes de terror.
- Desarrollar la autoconfianza, asertividad y habilidades emocionales y sociales que permitan afrontar conflictos de forma positiva
Los contenidos que se tratan son de tres tipos:
- Conceptuales: el miedo, los personajes y situaciones de terror.
- Procedimentales: Observación, investigación y experimentación de los miedos más frecuentes presentes en su entorno, desmitificando las situaciones angustiosas y los personajes de terror.
- Actitudinales: Interés por descubrir y analizar el origen y el contenido de los miedos propios y ajenos.
La metodología que hemos desarrollado a lo largo de esta unidad es investigativa, y sigue el siguiente proceso: motivación, elección del tema, recogida de ideas previas, contraste de las mismas, elaboración de las primeras conclusiones, expresión y aplicación.
Los criterios de evaluación de la práctica son:
- Desmitifica los personajes y situaciones de terror.
- Expresa sus propios miedos.
- Pide y acepta ayuda para afrontar sus miedos.



1 comentario:

  1. Acabo de leer lo del miedo y me parece un acierto por tu parte hablar de este asunto ya que nos ayuda en nuestra tarea como padres.Nos sirve de guía para ayudarles a superarlos y nos da ideas nuevas.Muchas gracías y besikos.Marían tía de Sofía.

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